El mermelero, la mermelada y los maletines en los videojuegos ¿y la ética?

Mermeleros, mermelada por aquí y mermelada por allá. Los amigos españoles talvez entiendan mejor este término si me refiero a él como “maletines”. De cualquier modo y como sea que se le llame ambos términos hacen referencia exactamente a lo mismo. Al usarse se está haciendo referencia a quien recibe dinero por hacer publicidad o apoyar valiéndose de su postura privilegiada. La primera vez que lo oí fue en los viejos sketches de Jorge Benavides, allá por los años 90 (“Gloria y sus Mermeladas”, ¿se acuerdan de eso?).

En el tiempo reciente se escucha mucho este término aplicándosele como apelativo a aquellos periodistas que apoyan al gobierno de turno, y que este a su vez apoya económicamente (bajo la figura de la publicidad estatal) a los medios de comunicación para los que trabajan éstos; pero alto por un momento, aquí no voy a hablar de política (no quiero hacerme acreedor del odio de algunos). Aquí vamos a relajarnos y a hablar de videojuegos.

Y como acabo de mencionar la prensa videojueguil no está exento de caer en el mermelerismo. En los periodistas que cubren noticias o emiten opiniones sobre videojuegos bien conocida es su notoria parcialidad a la hora de evaluar juegos de determinadas plataforma. El sesgo es grande y las “ofrendas” que los fieles fabricantes realizan al dios periodista, también lo son. Entre las ofrendas vemos la posibilidad del medio o del periodista para contar con el juego con considerable anticipación para poder “evaluarlo”, los packs de coleccionista, los pases de periodista para acceder a determinados eventos y reunirse con gente clave y desde luego pero no menos importante, los relevantes pagos de parte del fabricante para obtener publicidad en vídeos o en el sitio web para el que trabajan. Y ¿cómo funciona el dios periodismo? Muy fácil: “Me das lo que quiero y yo te doy lo que quieres, una buena reseña y hablar bien de ti todo lo que pueda, aunque en ocasiones la realidad diga otra cosa.” Y claro, la religión del periodismo-mermelerismo es nihilista: La mermelada es capaz de hacer que el periodista diga incluso que la Luna está hecha de queso si así se desea. De más está decir que no solo algunos fabricantes son los (ir)respetables fieles de esta religión, también lo son aquellos agentes que puedan estar en toda la cadena de distribución, como tiendas que venden el software específico de estos fabricantes. Desde luego, también está la figura del periodista-fanboy y del opinólogo-fanboy. Estas dos últimas figuras no necesariamente cobran por su trabajo, simplemente se alinean y luego el interesado en mermelear aporta su mermelada para que se sienta más motivado a realizar su tarea.

Bien conocido es el caso de Phillip Chu Joy, conocido “periodista” local. Él fue capaz de decir que la presentación de Sony del año 2017 fue (y en sus propias palabras) “alucinante”. Por más que hasta hubo de la prensa más recalcitrantemente pro Sony que dijo que la presentación de Sony había dejado que desear y por más que el video del streaming de la misma Sony mostraba a gente durmiendo durante su desarrollo. Nada importó, la realidad de Chu Joy pasó a formar parte de lo que podría llamarse “realismo mágico” y Chu Joy dijo que era “alucinante” a pesar de todo. No sé si Chu Joy pertenezca al primer grupo o al segundo que describí en el párrafo anterior pero no es necesario señalar su favoritismo por la marca Sony y ni en broma la va a hacer quedar mal, eso es inaudito.

Pero vámonos un rato a tierras hispanas. Allá tienen a varias otras figurillas que representan estas modalidades. El señor José Antozano que opera bajo el alias de “Dayoscript” es un conocido periodista que ha pasado por varios medios maletineros por esos lares. La cerecita en el pastel para varios fue cuando se presentó en un evento de Xbox ofreciendo como premio… unos hermosos audífonos PlayStation. No puede con su genio el pobre, y los maletines son cuantiosos. En el peor de los casos la publicidad de PlayStation en un evento de Xbox está hecha y será recordada. Qué osado.

Y si nos vamos a la prensa de habla anglosajona (tanto estadounidense como inglesa) la lista es mucho mayor. Ahí tenemos al capitán de lo obvio, experto pitoniso de lo nunca ocurrente, un sujeto que no necesita presentación: Michael Pachter. También contamos con la presencia de sir Damien McFerran (yo le llamo “el sucio McFerran”, recordando el video de “El Bananero”, llamado “El Sucio Potter”), que podría protagonizar tranquilamente una interpretación libre de “Durmiendo con el enemigo”, ya que es nada más y nada menos que el redactor en jefe de la página “NintendoLife” (ese sitio que cuenta con ese arlequín de nombre Alex Olney que con suerte es capaz de elucubrar alguna opinión propia). El sucio McFerran es conocido por hablar mal y con poco o nulo fundamento de la marca a la que el nombre de la página para la que trabaja le hace referencia. Y desde luego no me podía olvidar a Richard Leadbetter, experto en nada encargado de DigitalFoundry. Por cierto, los medios para los que trabajan Antozano (Eurogamer), McFerran (NintendoLife) y Leadbetter (DigitalFoundry) son parte “Gamer Network”, una compañía británica que se mueve bastante en este medio. Y como en la vida las coincidencias a veces no existen ya sabemos cómo se conduce la historia. En un próximo post comentaré varias de las joyitas de Eurogamer y sus amigos. Debo hacer aquí una mención honrosa. Me estaba olvidando de Mr. Dorito, el señor Geoff Keighley, anfitrión del Game Awards (ese certamen en el que las categorías son como las de los Oscars y en donde los premios son escogidos por un panel de “notables”). Y claro, recientemente “Mr. Dorito” acaba de ser ultramermeleado por su amo y señor Kojima: Aparecerá en esa, su vendida de humo más grande del tiempo reciente.

De más está decir que trastoca lo ético el hecho de hablar bien de algo en específico si es que quién representa a ese “algo” te está dando dinero ya sea que quien esté hablando de ese “algo” lo haga estando de acuerdo o no. No solo se presta a suspicacia sino que desinforma y desde luego le resta credibilidad a quién lo emite. ¿Pero que más hay?

Pues las tiendas. Está últimamente bastante de moda que una conocida tienda en línea llamada “Instant Gaming” realice auspicios a Youtubers que coincidentemente hablan bien (y por lo general no hablan mal) de la marca Xbox. El sitio web en cuestión realiza venta principalmente de juegos para la plataforma Xbox. Es cierto, la página vende también juegos para Switch y PS4, pero hasta la finalización de esta entrada, la cantidad de juegos ofertados de esas plataformas se puede contar con los dedos de una mano.

Cuando se es periodista u opinólogo, cuando se quiere opinar pontificando con el ejemplo, es necesario quitarse cualquier sesgo. Si te vendes como imparcial pero aceptas dinero de alguien que está vinculado a algún interés en particular es evidente que estás cruzando la delgada línea de la ética. Finalmente, podemos tener diferentes escalas de valores, yo al menos, no lo haría.

¿Qué opinan Uds.? Hasta la próxima.